Imagínate: estás de vacaciones tranquilo, disfrutando y, de repente, la tarifa de datos móviles por la que pagas a tu operador local decide que ya has consumido todos los gigas que te quedaban. Suena a película de terror, ¿no? ¿Cómo te ha pasado eso a ti? Bueno, quizá por estar mirando las redes sociales cada 5 minutos, publicar un montón de fotos, ver los capítulos de las series que te quedaban pendientes… entre otras cosas.