En algún momento, quien más, quien menos, ha deseado tener la vida de algún perfil activo en Instagram. Fotos perfectas, viajes de ensueño, gente feliz con looks atractivísimos, comidas deliciosas y relaciones perfectas. Pero ¿hasta qué punto es verdad? La mayoría de las fotos llevan filtros y, además suelen ser imágenes preparadas: diseñadas y ensayadas. La vida real consiste en ser algo entre la foto horrible del DNI (donde solo un dos por ciento de la población consigue no salir fatal) y las fotos que se suben a redes sociales donde uno, a base de innumerables intentos, logra salir increíble. Esto, además de agotador, puede acabar siendo peligroso por la ansiedad que puede generar. Por eso, para eliminar ese deseo de tener algo que no existe, de la idealización absoluta de las vidas ajenas y de la frustración que esto puede desatar en los usuarios, nace la aplicación Be Real, y no puede tener un mensaje más específico: Sé Real.
¿Cómo funciona Be Real?
Si todavía no sabéis de lo que estamos hablando, os explicamos su funcionamiento. Lo primero que tenemos que decir es que la interfaz es bastante sencilla: para entrar en la aplicación hay que crear un perfil con un nombre de usuario con el que, después, podréis agregar a vuestros amigos. También existe la opción de sincronizar los contactos y la de agregar a los amigos de vuestros contactos en la aplicación o dejar que tu perfil sea público. Bien, pero lo que realmente importa es cómo subimos las fotos, ¿no? Esa es la clave, no hay subida de fotos, se hacen en el momento. De manera aleatoria, la aplicación te envía una notificación con un límite de dos minutos para hacer una foto. Así que no es uno mismo el que decide qué y cuándo subir una foto, es la aplicación la que te indica cuándo publicas.
De este modo se consigue que todo sea mucho más realista. Esto significa que estés haciendo lo que estés haciendo y dondequiera que estés, será lo que vean tus contactos. El contenido está disponible 24 horas. A partir de ese momento, se almacena en un espacio llamado “Memories”, dónde podrás acceder a todo tu contenido, pero solo será visible para ti. Los demás se quedan sin acceso a “tu pasado”.
¿Por qué gusta tanto a la gente?
Parece que la mayoría de los usuarios pertenecen al sector más joven de la población. Tal como ha sucedido con el resto de redes sociales los más jóvenes suelen ser los primeros en probar lo que más tarde acaba convertido en tendencia. Todas las fotos que solemos enviar a nuestros amigos por WhatsApp, o las historias de mejores amigos de Instagram se han convertido en una aplicación. Además, nuestra privacidad está protegida y el “olvido” se ejecuta en 24 horas.
La aplicación juega con esa curiosidad de querer saber qué están haciendo nuestros ídolos o amigos, y desde luego, es muy divertida. Aleja la presión que se siente cuando se sube una foto a Instagram y ensaña la realidad de lo ordinario. Podríamos decir que esta red social es un soplo de aire fresco para las nuevas generaciones dejándoles ver que la belleza en las cosas no pasa por llevar filtros o que detrás de cuentas de ensueño, también hay personas. Además, hay una regla maestra: no podrás ver las publicaciones diarias de tus amigos si tú no publicas las tuyas, por lo tanto, nadie se libra de enseñar su realidad.