Imaginamos que sabéis que, además de por ser un empresario multimillonario, una de las cosas por las que Elon Musk es conocido es por anunciar cosas realmente innovadoras que acaban siendo un fiasco. Entre estos anuncios se encuentra la presentación de su coche indestructible, al que se le rompió la ventanilla (aunque, en realidad, estaba bien pensado por Elon: consiguió que la noticia corriera como la pólvora por todo el mundo haciendo una así publicidad completamente gratuita en todos los rincones y el fallo había sido mínimo: nada que no se pudiera arreglar a cambio de una campaña publicitaria mundial a coste cero).
Recientemente ha comprado Twitter, según él, con la intención de desarrollar la red social hacia algo parecido a WeChat. Esta aplicación es una combinación de otras redes sociales como Instagram o LinkedIn. Esto quiere decir que puedes chatear con tus amigos, compartir imágenes y hasta buscar trabajo, todo en una misma red social.
Para empezar, él mismo ha dicho que desarrollará una nueva aplicación a partir de Twitter, llamada X. Lo que Musk quiere, es crear una especie de barrio ficticio, donde puedas hacer lo mismo que en el que vives: hacer amigos, hablar con tu vecino, etc. Una idea bastante parecida a la del Metaverso, del que os hemos hablado en otros artículos que puedes leer aquí. Uniendo estas dos ideas, nos damos cuenta de que, para poder establecer una aplicación donde hubiera un sistema económico virtual, se necesitaría una moneda con la que adquirir productos y servicios. Y aquí entra en escena un sistema complicado, pero no lejos de nuestra realidad, que está basado en el blockchain.
¿Qué es el sistema blockchain? En realidad, es simplemente una base de datos. Pero se diferencia por dos cosas importantes: la descentralización y la inmutabilidad. La base de datos no tiene un cuerpo físico, lo que hace es almacenar los datos en una red virtual de ordenadores, creando una cadena de bloques de información. Principalmente, hemos oído hablar de ello en las noticias cuando hacen referencia a las criptomonedas. Esto ya se había hecho antes con el minado de las divisas y fracasó debido a la dificultad y la cantidad de energía que se necesitaba para que los ordenadores que hacían ‘el trabajo’ pudieran conseguir una cantidad de criptomonedas decentes.
Entonces, ¿Qué cambio haría Musk para que Twitter X funcionara, (y no fuera un fracaso como otras veces)? Su aspiración es poder conseguir una entidad financiera propia para emitir la moneda de la red social y que la gente la use. Pero claro, aquí nos ponemos a hablar ya de un cambio de paradigma en el sistema monetario. ¿Nos fiaríamos?, ¿se llevaría a cabo este cambio? ¿Qué lo motivaría? Si nos ofrecieran algún tipo de recompensa por hacerlo, algún tipo de descuento, quizá si estuviésemos interesados en usarlas, ¿no? Además, si a eso le sumamos que sería una plataforma donde podríamos encontrar cualquier cosa, probablemente estaríamos abiertos a usar sus divisas.
Así Twitter pasaría a ser X, una red social donde podríamos hacerlo todo de forma online. Desde pedir un préstamo, hasta reservar una cita con el médico, pedir comida a domicilio, buscar trabajo, etc. Parece una idea muy lejana la de Musk, pero si nos paramos a pensarlo, podría ser viable. La tecnología ocupa mucho más en nuestra vida de lo que imaginamos. Convertir la sociedad actual en una totalmente digitalizada está mucho más cerca de lo que hace unos años podríamos pensar.